El alcalde de Bogotá, Enrique Peñalosa, declaró la emergencia sanitaria para los próximos seis meses como consecuencia de la crisis en la atención de urgencias de los principales centros hospitalarios del sur de la ciudad.

"Hemos decidido junto con nuestro secretario de Salud y con acompañamiento del Gobierno nacional decretar la emergencia sanitaria porque el maltrato a la población del sur de Bogotá no puede continuar y no puede esperar para que haya soluciones", dijo Peñalosa en el hospital de Kennedy, el más importante del sur capitalino.

La declaratoria de emergencia, que puede prorrogarse, busca ponerle fin al hacinamiento en las salas de urgencia.

"Vamos a invertir más de 80.000 millones de pesos (unos 23,7 millones de dólares) para mejorar urgencias de hospitales públicos", sostuvo por su parte el secretario de Salud de Bogotá, Luis Gonzalo Morales, en su cuenta de Twitter.

De acuerdo con cifras divulgadas por la Alcaldía, el hacinamiento de las salas de urgencias de los hospitales distritales alcanza el 250 % durante los fines de semana.

Particularmente, el Hospital de Kennedy recibe hasta un 300 % más de los pacientes que puede atender.

"El maltrato a los habitantes del sur es vergonzoso, no queremos más pacientes tirados en el piso", manifestó el secretario de Salud.

Según las cifras oficiales, Bogotá tiene unas 13.000 camas hospitalarias, de las cuales 9.500 están en centros privados, que equivalen al 73 %, y 3.500 en la red pública (27 %).

La Secretaría de Salud estima que el 10 % de esas camas son de urgencias, lo que implica unas 1.300 en total distribuidas en 950 de la red privada y 350 del servicio público, con las que se deben atender entre 3.200.000 y 3.500.000 consultas de urgencia anuales.

EFE